En campos como los videojuegos o la realidad virtual (VR), el renderizado en tiempo real es esencial para crear experiencias interactivas. Los motores gráficos modernos permiten renderizar escenas complejas a medida que el usuario interactúa con ellas, lo que es crucial en la creación de mundos virtuales donde los elementos visuales deben reaccionar dinámicamente a las acciones del jugador o del usuario. Esta capacidad de renderizar en tiempo real es una de las bases para ofrecer experiencias inmersivas y realistas en la actualidad.